Indicios arqueológicos permiten suponer que, en un principio, estas tierras estuvieron habitadas por Comechingones. Posterior a la conquista española, la llegada de inmigrantes a la zona fue constante y en progreso. La elección no era al azar, todos perseguÃan un mismo objetivo: utilizar las extensiones terrenales para la explotación agrÃcola.
Así el primer asentamiento poblacional surge de la formación de las colonias que, en definitiva, eran núcleos familiares. Poco a poco la localidad empezaba a palpitar su vida social y cotidiana. Años mas tarde algunos terratenientes se apropiaron de las tierras del actual Despeñaderos y su zona de influencia para la construcción de grandes propiedades.
El hijo, sacerdote, de uno de ellos propició el levantamiento de un oratorio en la estancia de su progenitor. Ese oratorio sería uno de los ejes de los encuentros religiosos, sociales, culturales, y políticos de la época.En 1903 dicho sacerdote cede al gobierno de la provincia habitaciones y terreno para el funcionamiento de una escuela que, por las características de la construcción, se llamó Sala de las Tejas. La donación de terrenos de parte de un ingeniero para la construcción de la actual Escuela 25 de Mayo, la Parroquia y la plaza 9 de Julio colaboro en la expansión del lugar.
Ingeniero y sacerdote son considerados los primeros loteadores del lugar, quienes impulsaron la idea de conformar un pueblo. Sin embargo quienes bautizaron el poblado fueron los obreros españoles que construyeron el puente por observar similitudes en la conformación rocosa del lugar con la de su tierra natal. Loteo, construcciones, gente y nombre…confirmado, nació Despeñaderos.